De esta forma, La Asociación Turística Ferroviaria se suma a la alianza de empresas privadas con la OMT (Organización Mundial del Turismo) en la búsqueda de la excelencia y sostenibilidad en el turismo.

La firma ha tenido lugar durante la Feria Internacional de Turismo (Fitur) el miércoles 17 de enero de 2018. En representación de ATF Turisferr, su presidente, D. Juan Pedro Galiano, ha firmado el documento de Compromiso con el Código Ético Mundial para el Turismo de la OMT. Al acto ha asistido D. Zurab Pololikashvili, nombrado recientemente secretario general de esta la OMT.

El presidente de ATF Turisferr ha expresado la relevancia de la adhesión para la Asociación a la que representa, ya que “supone un paso importante para seguir creciendo y consolidarnos como referente en España de un modelo de turismo  asociativo, socialmente útil y sostenible. Seguiremos apostando por implicar a nuestros más de 15.000 socios en el objetivo de contribuir a que el turismo responsable avance y se convierta en un modelo maduro y presente en todos los países”, ha manifestado.

Por su parte, Zurab Pololikashvili, realizó un breve discurso sobre la importancia de la hoja de ruta para el desarrollo de un turismo responsable y sostenible: “Para garantizar que el turismo tenga efectos positivos duraderos, debemos construir un sector más sostenible entre todos los actores. Las empresas, al comprometerse con el Código Ético Mundial para el Turismo de la OMT, promueven con su ejemplo el desarrollo del turismo ético, responsable y sostenible.

En el mismo acto otras 7 organizaciones también firmaron el documento: Agencia de Viajes y Turismo Cielos Abiertos LTDA (COLOMBIA), Civitatis (ESPAÑA), Concorde De Luxe Resort (TURQUIA),  Destinos R.I. (COSTA RICA), Intercruises (ESPAÑA), Tradewings Tours & Travel Corp. (FILIPINAS) y Vincci Hoteles (ESPAÑA).

El Código Ético Mundial para el Turismo de la OMT es una guía para el desarrollo del turismo responsable y sostenible, refrendada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2001.

Sus 10 principios, que cubren los componentes económico, social, cultural y ambiental del turismo, tienen por objeto ayudar a ampliar al máximo los beneficios del sector a la vez que se minimiza cualquier posible impacto negativo.

Aunque el Código Ético no es jurídicamente vinculante, incorpora un mecanismo de aplicación voluntaria mediante el reconocimiento de la función del Comité Mundial de Ética del Turismo, creado en 2004 como órgano independiente e imparcial.

Los siguientes principios son los más relevantes para la responsabilidad social de las empresas del sector privado:

  • Artículo 2: El turismo, instrumento de desarrollo personal y colectivo. Las empresas turísticas deben promover la tolerancia y la igualdad entre los géneros, respetar los derechos humanos y luchar contra la explotación de los grupos más vulnerables de la sociedad.
  • Artículo 3: El turismo, factor de desarrollo sostenible. Los profesionales del turismo deben salvaguardar el medio ambiente y el patrimonio natural, conservar los recursos y evitar la producción de residuos, a ser posible aceptando que se impongan límites a sus actividades cuando éstas se ejerzan en áreas particularmente vulnerables.
  • Artículo 5: El turismo, actividad beneficiosa para los países y las comunidades de destino. Las empresas turísticas deben integrar a la población en el tejido económico y social del destino, dando prioridad a la mano de obra local. Son esenciales los estudios de impacto de los proyectos de desarrollo y el diálogo con la población receptora.
  • Artículo 6: Obligaciones de los agentes del desarrollo turístico. Los profesionales del turismo deben facilitar a los turistas información objetiva sobre los lugares de destino y sobre las condiciones del viaje y preocuparse por la seguridad de los clientes, velando por que existan sistemas de seguros y de asistencia adecuados y contribuyendo al pleno desarrollo cultural y espiritual de los turistas.
  • Artículo 9: Derechos de los trabajadores y de los empresarios del sector turístico. Las empresas turísticas no deberían abusar de su posición ni imponer modelos socioculturales a las comunidades receptoras. Deben trabajar en el desarrollo local, evitar la repatriación excesiva de sus beneficios y garantizar los derechos fundamentales de los trabajadores.